viernes, 10 de septiembre de 2010

Consagración a María y a Jesús

PEDRITO
  1. La corona de rosas.
  2. Había una vez un niño que tenía la misma edad que ustedes, se llamaba Pedrito. A el le encantaba cultivar rosas en su huerta.
  3. Pedrito era un niño muy bondadoso y alegre. Con las flores de su huerta, hacía coronas para las personas que más amaba, para la Santísima Virgen María y para su Hijo Jesús.
  4. Un día mientras regaba su huerta de rosas, lo sorprendió el sonido de una campana.
  5. Pedrito se fué a su casa a guardar la regadera y las herramientas de trabajo y salió a caminar en dirección al sonido.
  6. Se preguntó entonces: ¿De dónde vendría ese sonido tan hermoso?
  7. Caminó unas dos cuadras y llegó a un lugar muy, muy lindo, y paró... había una casita...
  8. Levantó su cabecita y vio que tenía una cruz en la punta del techo y una campana. ¡Qué sorpresa! El ruido que le escuchaba mientras regaba las rosas de su huerta, era la campana de esta capillita.
  9. Pedrito se puso muy contento y se preguntó: ¿Quién vivirá aquí?
  10. ¡Abrió la puerta y entró! Su cara se llenó de alegría al descubrir que en esta capillita vivían la Virgen María y el Niñito Jesús...
  11. A partir de ese momento, Pedrito todos los días visitó a su Rey y a su Reina. Además les llevaba de regalo una corona de Rosas de su huerta. La Virgen María y el niñito Jesús estaban muy felices.
  12. Un día, Pedrito tuvo que hacer muchas otras cosas: pintar dibujitos, estudiar, ayudar a su mamá con las cosas de la casa, y acompañarla al supermercado. Pedrito se sentía muy feliz con todo lo que había hecho durante el día. Ese mismo día, Pedrito fue muy feliz a la capillita a visitar a su Rey y a su Reina.
  13. Pero justo cuando entró, se da cuenta que no había podido preparar la corona de rosas y se pone muy triste por haber ido con las manos vacías. María y Jesús, le dijeron a Pedrito que en su corazón había una huerta de rosas. Cada una de esas flores era una de las cosas buenas que Pedrito había hecho durante el día, con mucho amor y dedicación.
  14. Pedrito se sintió muy feliz de ver que en su corazón llevaba una corona de amor, llena de flores. María también le enseñó a rezar el Santo Rosario, para que Pedrito descubriera la corona de amor, que es aprender a rezar y vivir como lo hizo Jesús.
  15. Desde entonces se dedicó a cultivar una huerta en su corazón, la llenó de ROSAS DE AMOR haciendo cosas buenas y rezando para agradecer y pedir ayuda a su Rey y a su Reina.

1 comentario:

  1. esta muy bonito este cuento gracias xk es de mucha ayuda para mi catequesis

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